Nuestra Declaración de Fe (Doctrinas)
Somos una iglesia:
Bíblica que enseña que la Biblia es la Palabra de Dios inspirada y sin error, y creemos que nadie debe añadir nada a la Palabra como tradiciones eclesiásiticas, “nuevas revelaciones o profecías o lenguas”, ni quitar nada de sus enseñanzas literales de la creación, los milagros, la resurrección, etc. 2 Timoteo 3:16-17; 2 Pedro 1:19-20; Apocalipis 22:18-19; Mateo 5:17-19
Evangélística y evangélica que predica el Evangelio (buenas nuevas) de la salvación por el arrepentimiento y por la fe sola en la gracia de Dios y en la paga de Cristo que derramó su sangre en la cruz para pagar por todo pecado de todo el mundo y resucitó para justificarnos. Cristo es Dios el Hijo y es el único Salvador y Mediador que puede perdonar los pecados. 1 Juan 1:7-2:2; Romanos 5:8 y 10:9-10; Juan 14:6; 1 Timoteo 2:5-6; Hechos 3:19.
Fundamentalista que enseña las doctrinas fundamentales de la Biblia como la inspiración y preservación de la Biblia, la deidad de Cristo y la salvación por fe; y se separa de todo lo que no está conforme a la Bíblia.
Bautista que enseña y practica las doctrinas distintivas de iglesias bautistas como las ordenanzas simbólicas del bautismo por inmersión de creyentes y la Cena del Señor, el estilo congregacional del gobierno de la iglesia, y el sacerdocio de cada creyente.
Tradicional con un estilo bíblico de adoración y alabanza gozosa y reverente, usando música “tradicional”, no al estilo de ritmos y armonías mundanas.
DOCTRINAS FUNDAMENTALES DE LA BIBLIA
1. Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios, inspirado verbalmente en todas sus partes, sin error, preservada divinamente y es la suprema autoridad para nuestra fe y práctica en la vida.
2. Creemos en un Dios verdadero, que existe eternamente en tres Personas: el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, iguales en cada perfección divina pero con oficios distintos.
3. Creemos en el Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, que es verdaderamente Dios y verdaderamente hombre, nacido de la virgen María, engendrado por el Espíritu Santo. Vivió una vida perfecta e hizo literalmente los milagros relacionados en la Biblia. Murió en la cruz de Calvario según las Escrituras en sustitución por todos los pecados y es el único remedio por el pecado y sus consecuencias y condenación, siendo nuestro único y suficiente sacrificio.
Por tanto, todos los que se arrepienten y creen (confían) plenamente y solamente en El y en la sangre de Cristo, derramada para su salvación y creen en su resurrección literal y corporal son justificados por los méritos de su sangre derramada por la gracia de Díos sola. Se resucitó corporalmente de la tumba después de estar en el sepulcro por tres días y noches; ascendió a la derecha de su Padre donde intercede por nosotros como nuestro único Mediador y Sumo Sacerdote.
Volverá personalmente en las nubes para arrebatar a la iglesia en cualquier momento y en una hora desconocida antes de la Gran Tribulación de siete años; regresará con sus santos antes de Su reino milenial para establecer su Reino de Paz y Justicia en la tierra. Luego, destruirá la tierra con fuego y creará una nueva tierra y nuevos cielos donde moraremos eternamente con Cristo. 1Tesalonicenses 4:13-18; 2 Pedro 3; Apocalipsis 20-22
4. Creemos que el Espíritu Santo es verdaderamente Dios, la tercera Persona de la Deidad y que convence a los hombres de pecado y justicia en Cristo, y regenera al pecador arrepentido que cree solo en la sangre de Cristo para la limpieza de todo pecado. En el momento de la salvación del creyente, el Espíritu Santo mora en él y Cristo bautiza a cada creyente en su Cuerpo por medio del Espíritu Santo. Igualmente, en el momento de la salvación el Espíritu reviste al creyente en Cristo con su justicia, le santifica, le unge y le capacita con dones espirituales. A medida que el creyente camina con el Señor, el Espíritu le llena, enseña, guía, fortalece, consuela y ayuda en pruebas y tentación; y le da poder para adoración, santidad y el servicio cristiano. Su ministerio es para glorificar a Cristo más que hablar de sí mismo.
5. Creemos que el hombre fue creado como un hombre Adán y de su costado Eva fue creada como una mujer que Dios trajo al hombre para el matrimonio sagrado que consiste de una mujer y un hombre en el sexto día literal de la creación en la imagen de Dios. El hombre se cayó cuando desobedeció a Dios y comió del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. Ahora su naturaleza está corrupta, sin ninguna justicia, y bajo la justa condenación de Dios. Los que reciben a Cristo por la sola fe en él nacen de nuevo por la gracia de Dios y reciben la vida eterna como los escogidos de Dios que predestina a todos los creyentes en Cristo para ser salvos y para ser sus hijos adoptados. Los salva y los preserva como sus hijos con una regeneración que nunca se perecerá ni se perderá. Los justos (creyentes justificados) se regocijarán en su hogar celestial y participarán en la resurrección del cuerpo con gozo eterno; pero los injustos (incrédulos) que no reciban a Cristo se levantarán a la condenación y el sufrimiento eterno del lago de fuego. Mateo 25:46
DOCTRINAS BIBLICAS ENSEÑADAS EN LA IGLESIA BIBLICA BAUTISTA*
Creemos que la iglesia verdadera de Cristo consiste de todos los creyentes en Cristo desde el primer día de Pentecostés después de la ascensión de Cristo hasta el arrebatamiento.
La Iglesia de Cristo se expresa especialmente en la iglesia local, que es una asamblea de creyentes en Cristo, bautizados por inmersión después de su profesión de fe, organizados y unidos en las doctrinas bíblicas; comprometidos por un pacto para vivir santamente y para mantener las dos ordenanzas simbólicas del bautismo por inmersión y la cena del Señor para creyentes obedientes;
reconociendo a Cristo como su única Cabeza,
tomando la Biblia como su única regla de fe y práctica;
cuyos oficiales son pastores (es decir, obispos o ancianos) y diáconos;
cuyos propósitos son la adoración, la mutua edificación espiritual y el evangelismo por todo el mundo.
* Creemos que la iglesia y el estado deben vivir en armonía con libertad religiosa pero con la mayor separación posible entre ellos.
Los cristianos deben una leal, obediente y pacífica conducta a la sociedad como ciudadanos, pero tienen que “obedecer a Dios antes que a los hombres” en lo que sea contrario a la Palabra de Dios.*
Creemos que los creyentes deben demostrar en su conducta y actitud una estricta obediencia en amor a Dios y a Su Palabra, apartándose de toda influencia, enseñanza o amistad falsa o impía que pueda poner en peligro su pureza espiritual, traer vergüenza al nombre de Cristo y Su iglesia, o perjudicar su eficacia en dar testimonio de Cristo ante el mundo.
* Creemos que la única verdadera unión cristiana es la que se basa en las verdades de la Santa Biblia. Así que, nos apartamos de todo movimiento, iglesia, grupo o maestro religioso que es falso y antibíblico, pues tales causan confusión y división entre creyentes e iglesias verdaderas y contaminan a muchos creyentes con el error.Por lo tanto, nos separamos de las sectas falsas, de denominaciones con líderes y maestros modernistas o ecuménicos. 2 Corintios 6:14-7:1; Romanos 16:17-18
También, advertimos en contra de movimientos e iglesias que sostienen prácticas neo-evangélicas o pentecostales y carismáticas con su énfasis en los dones menores, y en el uso de la música con estilos mundanos otros métodos mundanos, aunque les “amonestamos como a hermanos” (2ª Tesalonicenses 3:6-15).
Mientras tanto, nos comprometemos a buscar compañerismo con todos los fieles, sin dividirnos demasiado de ellos sin necesidad por motivos y opiniones personales o por ciertas diferencias doctrinales que no deben traer divisiones, aunque enseñamos sin verguenza las diferencias entre nuestra iglesia y otras con quienes no estamos de acuerdo, como discusiones de denominaciones, polizas de iglesias, doctrinas de los calvinistas o del armenianismo, normas particulares o buenas versiones de la Biblia, etc.
(Nota: Preferimos usar las versiones RVR60 en español y KJV, NKJV o ESV en inglés, pero respetamos a los que usan otras versiones que son traducciones confiables de las lenguas originales de la Biblia. No nos separamos de otros buenos hermanos por sus preferencias de textos griegos tampoco, como los que prefieren el Texto Recepto o el Texto Mayoritario, etc.).